¡Hasta luego!

Tenía cuatro años cuando manifesté, con la contundencia que esa edad permite: ¡Quiero ser Maestra!.

Han pasado 58 desde entonces y ni un segundo he dudado en esta elección. Llegar a ello no fue fácil ni inmediato. Tuve que sortear obstáculos importantes hasta empezar la carrera con los 30 años ya cumplidos. (A los 40 llegó el Periodismo, pero eso ya fue otro cantar. Desplegar las alas cuando impera la independencia requiere menos esfuerzo).

Hogar Escuela, Aspronte, Hermano Pedro, Acamán, El Médano, 25 de Julio, Tutorías de Jóvenes y CEPA San Cristóbal… Inevitablemente, evocas los lugares, los compañeros y compañeras, y tanto alumnado cuyos rostros permanecen, otros se han difuminado con el paso del tiempo.

Cada centro representa una etapa más o menos importante del devenir docente: El Hogar Escuela supuso la meta alcanzada, la puesta en práctica de mi vocación… ¡Las Oposiciones y mi paso a la Escuela Pública!. Si en el curso dedicado a Educación Especial intenté completar mi formación, en El Médano me forjé profesionalmente, durante 5 magníficos años, con aquel alumnado cuyos progresos sigo todavía.
Los tres cursos del 25 de Julio coincidieron con la Universidad y el Periodismo; y el aula fue el mejor escenario de prácticas: Mis chicos ganaron el primer premio de periódico escolar, (Ayuntamiento de Santa Cruz); recitales de poesía, obras de teatro y hasta huertos escolares… ¡Todo estaba a nuestro alcance!
Luego llegaron las Tutorías de Jóvenes, un proyecto que duró 25 años, único e irrepetible… Una labor inestimable, desarrollada por tutores y monitores en los barrios de las islas, que fue segada de un plumazo por el capricho e ignorancia de una administración educativa, torpe e inoperante, que ¡se dice, se cuenta, se rumorea!...: ¡Está haciendo las maletas!
Cierro mi recorrido docente en la Enseñanza de Adultos, peleando con la tiza, el mejor colofón después de 7 años en otros menesteres, otras batallas y otras derrotas (me duele el cierre de las Tutorías de Jóvenes)… ¡Asistir a la apertura del Aula de Finca Pacho, ha sido un lenitivo en los últimos meses!

Siempre mencionamos la jubilación.
“Cuando dispongas de tu tiempo como te apetezca, sin horarios, sin agobios, sin agonías, sin burocracia”…Lo piensas mientras discurre la vida y la lucha diaria y el exceso de responsabilidad te puede; en momentos duros del trayecto, cuando sufres la intransigencia e ignorancia de “los que gobiernan” el universo docente.

Estoy cerrando mi etapa profesional y no es fácil el proceso. Inevitablemente, mi memoria ha hecho un recorrido desandando el camino y no quiero olvidar el apartado de reconocimientos:

-    A todo el alumnado que ha “sufrido” mi quehacer docente: Vdes. me han hecho mejor persona.
-    A todo el profesorado que ha recorrido un tramo del camino conmigo, que ha compartido ilusiones y proyectos, que ha valorado mi esfuerzo y hasta mis versos!... En cada uno de mis destinos encontré y, afortunadamente, conservo grandes amistades. (Algunas se me fueron demasiado pronto: Mi recuerdo entrañable para Carmen y Cristina).
-    A las amistades que han escuchado, pacientemente, todas mis vivencias docentes y a quién no es necesario mencionar porque siempre ha estado ahí.
-    A mis dos hijos, maestros también, que han sido el impulso primordial para seguir “siempre adelante, mirando al frente, la espalda derecha, los pies sobre la tierra y la cabeza al Sol…”

Me considero una persona afortunada. Mi vocación como Maestra ha sido un regalo de la vida. ¡He desempeñado la profesión más hermosa que existe!

En Canarias no decimos “Adiós”. Preferimos el “¡Hasta luego!”

Me esperan otras lides, pluma en mano, persiguiendo las musas, esgrimiendo las rimas…
Pasaré por las aulas, alguna tarde, colaborando con mi gente… y añorando mi tiempo.
Me acercaré al micrófono y al blog, mi otra vocación, peleando con la palabra...

… Y me encontrarán en El Médano, creciendo con mis nietos, paseando por la playa o en Casa Mario: ¡camarones, vino blanco y pajaritas de papel!

"¿Quién dijo que todo está perdido?"


Miles de personas respondieron y tomaron las calles.
Una demostración indudable del sentir del pueblo. Una presencia pacífica impregnada de la fortaleza de las convicciones, de las decisiones sociales que terminan cambiando el mundo...
La historia ha sido testigo de períodos de apatía y conformismo en los que parece que el ser humano ha tirado la toalla y, de pronto,  comienzan a surgir y alzarse voces que proclaman otro futuro; como semillas, perdidas en terreno baldío, que germinan un buen día cambiando el paisaje y el entorno.

Necesitábamos una esperanza y surgió el 15 M. Comenzaron por las plazas, ahora los barrios y, no me cabe duda, moverán al mundo.  La mayoría representan a esa juventud a la que vilipendiábamos hace escasas fechas, pensando que eran incapaces de tomar las riendas del futuro, de cohesionar el caos de sociedad que le dejamos en herencia.
Están demostrando que están preparados, que saben utilizar esa tecnología que los convierte en ciudadanos del mundo, para unificar criterios y posturas, para convocar encuentros y movilizar conciencias.

Y ¿qué hacemos los que ya no somos tan jóvenes?
He visto actitudes y escuchado diversas opiniones desde mediados de Mayo: algunas escépticas, otras incrédulas, y una mayoría preocupante demuestra un cansancio  y hastío que poco refleja a la generación que representan... Son los mismos que criticaban a sus hijos y los tildaban de “generación Ni-Ni”, y ahora, mientras los jóvenes lideran movimientos asamblearios, toman las calles y corren delante de la policía... papá y mamá permanecen en casa, tumbados en el sillón “manifestándose” con el mando y el zapping ante la caja tonta.

Nuestro lugar está al lado de esta juventud que defiende su mañana y el nuestro, en lucha frontal contra una “clase política” corrupta y envilecida.
Nuestro papel consiste en ayudarles a rescatar unos valores que parecían perdidos pero que están aflorando en el sentir popular.
Nuestro sitio está en primera línea, informados y dispuestos a recorrer las calles, pidiendo justicia y sentido común.

El diseño del blog tiene un fondo inspirado en los trastes de una guitarra porque según Santiago, su creador, “parecen rejas y es por las rejas que se escribe, se compone, ¿no?”...

Efectivamente, las rejas que nos circundan están demasiado altas para seguir ignorándolas. La palabra y la acción ya están en marcha. Es el momento y en ello estamos: ¡Peleando el ahora!