"¿Quién dijo que todo está perdido?"


Miles de personas respondieron y tomaron las calles.
Una demostración indudable del sentir del pueblo. Una presencia pacífica impregnada de la fortaleza de las convicciones, de las decisiones sociales que terminan cambiando el mundo...
La historia ha sido testigo de períodos de apatía y conformismo en los que parece que el ser humano ha tirado la toalla y, de pronto,  comienzan a surgir y alzarse voces que proclaman otro futuro; como semillas, perdidas en terreno baldío, que germinan un buen día cambiando el paisaje y el entorno.

Necesitábamos una esperanza y surgió el 15 M. Comenzaron por las plazas, ahora los barrios y, no me cabe duda, moverán al mundo.  La mayoría representan a esa juventud a la que vilipendiábamos hace escasas fechas, pensando que eran incapaces de tomar las riendas del futuro, de cohesionar el caos de sociedad que le dejamos en herencia.
Están demostrando que están preparados, que saben utilizar esa tecnología que los convierte en ciudadanos del mundo, para unificar criterios y posturas, para convocar encuentros y movilizar conciencias.

Y ¿qué hacemos los que ya no somos tan jóvenes?
He visto actitudes y escuchado diversas opiniones desde mediados de Mayo: algunas escépticas, otras incrédulas, y una mayoría preocupante demuestra un cansancio  y hastío que poco refleja a la generación que representan... Son los mismos que criticaban a sus hijos y los tildaban de “generación Ni-Ni”, y ahora, mientras los jóvenes lideran movimientos asamblearios, toman las calles y corren delante de la policía... papá y mamá permanecen en casa, tumbados en el sillón “manifestándose” con el mando y el zapping ante la caja tonta.

Nuestro lugar está al lado de esta juventud que defiende su mañana y el nuestro, en lucha frontal contra una “clase política” corrupta y envilecida.
Nuestro papel consiste en ayudarles a rescatar unos valores que parecían perdidos pero que están aflorando en el sentir popular.
Nuestro sitio está en primera línea, informados y dispuestos a recorrer las calles, pidiendo justicia y sentido común.

El diseño del blog tiene un fondo inspirado en los trastes de una guitarra porque según Santiago, su creador, “parecen rejas y es por las rejas que se escribe, se compone, ¿no?”...

Efectivamente, las rejas que nos circundan están demasiado altas para seguir ignorándolas. La palabra y la acción ya están en marcha. Es el momento y en ello estamos: ¡Peleando el ahora!

6 comentarios:

JUANPERICO88 dijo...

Me parece un comentario muy real y que se adapta a la realidad actual.
Lo que hace falta es que se lea, se analice y se tome conciencia del mismo.
Te felicito.

Anónimo dijo...

Por supuesto,es real,real como la vida misma...pero..desde un punto de vista algo pesimista..¿algun dia veremos los frutos de esta "revolucion" ?...

Alisios dijo...

Yo creo que el pesimismo es la consecuencia directa de lidiar con la realdiad; aunque no veo pesimismo, en la entrada, ni en usted; todo lo contrario.

Me gusta la idea del brote espontáneo y cómo éso puede configurar un cambio de paisaje, ojalá más sandía; más rojo por dentro y verde por fuera.

Bueno, un abrazo, dejo aquí mi pedido de poesía, suya, reciente; gracias :D

Maisa dijo...

Desde la "mediana edad", es decir, los que no fuimos revolucionarios como tú, pero que tampoco tuvimos la mala suerte de la escasez de trabajo (por los pelos), tenemos que aprender tanto de los que nos precedieron como de los que nos siguen.
Así que creo que lo más importante de todo esto es la fuerza y las ganas que aún queda después de tanta lucha y con tantas cosas.
Gracias por aportarnos tanto.

Miguel Ángel G. Yanes dijo...

No sabes lo que me alegró contemplar, el primer día que bajé a dar mi apoyo a los acampados del 15-M, la cantidad de gente mayor (incluso de mucha más edad que la nuestra) que se encontraba allí animando y arropando a los jóvenes.
Pero el no va más fue cuando, una tarde, los concentrados decidimos, cacerola en mano, ascender por la calle del Castillo hasta la Plaza de Weyler y, a mi lado... ¡había incluso dos ancianos con bastón secundando la marcha!
Para mí fue algo emocionante.

Juana González dijo...

¡Tienes toda la razón,Loly, porque yo soy de esas que se siente cansada de luchar, aunque en las aulas siga concienciando a mis alumnos de la necesidad de combatir y ser críticos que el sistema.
Espero, después del "bajón" que he tenido volver a retomar la lucha y este movimiento del 15 M me parece idóneo para volver a "engancharme".
Seré una fiel seguidora de tu lucha que es la de todos los que todavía tenemos un ápice de afán de justicia social.
Un abrazo, Juani.

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